viernes, 22 de mayo de 2020


Presentación del Blog

Desde hace tiempo sentía la necesidad de hacer algo para dar a conocer la historia y tradiciones de mi patria chica, la Ciudad de Chía, no sabía definir qué era lo que me impulsaba, pero al leer algunos pensamientos de diferentes autores de distintos lugares del mundo como Polonia, Colombia y Argentina me di cuenta que ese sentimiento era el “patriotismo y el amor a la patria” que está presente en el corazón de todo ser humano.

No sabía ni que era un blog pero me doy cuenta que es un gran medio para compartir conocimientos y experiencias  con personas que profesan nuestro mismos ideales.

No tengo ningún interés económico, solo quiero prestar un humilde servicio a mi ciudad natal y a mi Patria.

Trataré de ser lo más imparcial posible y pido la colaboración de los que lleguen a este sitio para para que lo enriquezcan con sus conocimientos, fotografías, y documentos relacionados con los temas del blog

Amor a la Patria

 

Patriotismo significa amar todo lo que es patrio: su historia, sus tradiciones, la lengua y su misma configuración geográfica. La patria es un bien común de todos los ciudadanos y, como tal, también un gran deber. Como sucede con la familia, también la nación y la patria siguen siendo realidades insustituibles”. 
Papa San Juan Pablo II (Memoria e identidad)

 

         AMOR A LA PATRIA

Apartes del Discurso del 20 de junio de 2009, por la profesora Argentina Andrea Greco
          (y que es aplicable a todos los pueblos de hispanoamérica en este momento)

 

…Y ese amor a la patria tiene dos aspectos: por una parte es amor de complacencia y por otra parte es amor crítico.
¿Qué es el amor de complacencia? Es el amor más sensible y el que mira sobre todo al pasado de la Patria. Es la emoción que debemos sentir al ver los colores de la bandera patria, es ese nudo en la garganta al prometer fidelidad o jurar defender con la vida ese símbolo, es la emoción que sentimos cuando escuchamos contar anécdotas valerosas de los héroes y los santos, cuando vestimos atuendos típicos o comemos el infaltable asadito o las empanadas. Es el amor que sentimos a deberíamos sentir al estudiar la historia, las tradiciones y el folklore argentino.(colombiano)
 Tenemos que cultivar así ese primer amor a la Patria que es el amor sensible, a las cosas y a las costumbres de la Patria. Que vestirnos de gaucho no sea un disfraz, que bailar una zamba o una chacarera no sea sólo un espectáculo o un certamen, sino la vivencia y el orgullo de ser argentinos
Pero dijimos que el amor a la Patria tiene también otro aspecto: es el amor crítico. Y ese amor mira más hacia el presente y el futuro. Es un amor dolorido…
amar a la Patria no es solamente complacerse sino condolerse en esta realidad de la Patria, donde hay tanta miseria, donde hay tanta corrupción, tanta cobardía, tanta mentira, tanta estupidez, tanta injusticia, tanta traición. Es un amor crítico. Es como el amor del que ama al enfermo para llevarlo a curar o el que ama al pecador para enderezarlo en el camino. Hay muchas cosas que enderezar en esta Argentina (Colombia) de hoy y a esas cosas que hay que enderezar debe orientarse nuestra acción y nuestra oración.
































Dios, Colombia y su Ejército
Este Ejército no subsistiría si Dios no estuviese inmerso en el quehacer militar en los cuarteles.

Por: Coronel Pedro Javier Rojas Guevara

18 de diciembre 2015 , 07:31 p.m.
El Ejército de Colombia es el eje central de la democracia. Es el músculo vital del Estado colombiano. Sin él, la Nación se hallaría a merced de los criminales y terroristas; sin él, la República colapsaría. Los soldados de la patria hoy reivindican y ponen muy en alto la marca institucional, al fundirse, vestidos de honor, con los compatriotas más necesitados en cualquier rincón del territorio. De manera silenciosa, pero relevante, protegen la vida, honra y bienes de los ciudadanos; son guardadores de la soberanía, respetuosos de los derechos humanos y siempre adheridos a los preceptos de la Carta Política y las leyes.

Sin embargo, este Ejército victorioso no subsistiría si Dios no estuviese inmerso en el quehacer militar en los cuarteles y campos colombianos. Más allá de cualquier tema de índole religioso, es la fe en Dios omnipotente, omnisciente y soberano, la que mueve e inspira a cada integrante de la institución y sus familias. Sin lugar a dudas, no tienen temor de Dios aquellos que deshonran el uniforme, aquellos que traicionan y mienten, aquellos que olvidan la vocación y el espíritu militar, aquellos que pisotean las palabras del general Rafael Reyes Prieto, presidente de la República y gestor de la primera reforma militar en 1907, quien escribió en el decálogo del cadete: “Se citará al cadete como modelo de cumplido caballero que lleva por insignia la verdad, la franqueza y la hidalguía”.

Desde los mismos albores en nuestras escuelas de formación, la absoluta fe en Dios hace parte del ADN castrense. Ahora más que nunca, no solo el Ejército, sino el país entero, necesitan ser Dios-dependientes; es decir, alinear todos sus proyectos al Señor y buscarlo, no solo en momentos de dificultad, sino en todo tiempo y lugar. No por casualidad, sabiamente el mando institucional agregó en el 2011 y el 2014, respectivamente, al lema de la Fuerza, ‘Patria, Honor, Lealtad’, dos frases poderosas, inscritas en el corazón y la mente de sus integrantes: ‘Fe en la causa’ y ‘Dios en todas nuestras actuaciones’.

En efecto, de la mano de Dios primeramente se proyecta una fuerza multimisión, “el Ejército del futuro”, que contará con la debida interoperabilidad para desempeñarse efectivamente en cualquier ambiente complejo, y estará totalmente estandarizado con el concepto operacional y doctrinal de los mejores ejércitos del mundo, para nuestro caso de la mano de los principales referentes y aliados, los ejércitos de Estados Unidos y Chile.

Es, sin duda, un momento histórico para la nación y su Ejército; hoy, más que nunca, se requiere de una Fuerza en la “cima moral”, en palabras de nuestro Comandante, el señor general Alberto Mejía Ferrero. Un ejército enfocado en su misión, pero teniendo como prioridad angular la dimensión humana. Parafraseando a André Cavet: “No hay misión más hermosa que la del soldado. No hay autoridad más evidente, legítima e indiscutible que la suya, no hay otra más altamente moral”.

Gratitud eterna a los guerreros incansables, forjadores ancestrales de libertad y justicia, fieles escuderos del legado de José María Córdova, Inocencio Chincá y Pedro Pascasio Martínez.

Gracias, soldados del Ejército Nacional de Colombia, leales cumplidores del mandato constitucional. La fuerza de un ejército no está en sus armas, sino en la rectitud, firmeza, coraje y valor de sus hombres. ¡Dios bendiga por siempre a nuestra sacrificada y noble institución!

Coronel Pedro Javier Rojas Guevara

* Magíster en Seguridad y Defensa Nacionales Director de Doctrina del Ejército de Colombia


Patria-Honor-Lealtad, Dios en todas nuestras actuaciones
24 de septiembre de 2014
Este es el lema de la campaña de nuestro comandante, general Jaime Lasprilla Villamizar, con la cual se busca fortalecer la vocación del servicio soportado en principios y valores, bajo las líneas determinadas en la campaña Institucional Fe en la causa, con el fin de recordarles a los militares del Ejército Nacional la esencia misma de la Fuerza.

Patria Honor Lealtad son tres palabras que adornan nuestro escudo y uniforme y que hacen parte de nuestra vocación militar como miembros del glorioso Ejército Nacional, deben estar presentes en cada una de nuestras acciones, palabras y pensamientos.

Patria Honor Lealtad son la trinidad que enmarca la grandeza de nuestra Institución y la promesa de nuestros hombres para lograr la grandeza de Colombia y la Fuerza. Por la patria luchamos y morimos, con honor actuamos y portamos nuestro uniforme, siempre siendo leales a nuestros principios, valores y a nuestras oraciones patrias.
En palabras del comandante del Ejército, Dios en todas nuestras actuaciones significa ser conscientes que hay un ser superior que nos guía y nos da fortaleza para seguir adelante, es interiorizar que cuando Dios impone una responsabilidad se compromete a darnos las fuerzas para cumplir ese deber que Él ha asignado, es entender que nuestra profesión es un apostolado, en la que hemos abrazado una vocación que implica servir con el mayor desprendimiento a los demás.

Patria-Honor-Lealtad Dios en todas nuestras actuaciones nos invita a recordar que nuestras actuaciones están enmarcadas por una causa noble y superior: nuestra patria, y que por tal nuestras acciones deben ser éticas, transparentes y con carácter. La prosperidad y legitimidad de nuestra Institución está en nuestras manos, está en despojarnos de las inmundicias del ser humano. Recordando a Francisco José de Caldas Un hombre que falta a Dios, que no oye los gritos de la naturaleza y que hace traición a su patria, no tiene honor Solo tiene honor el que cumple fielmente con todas las obligaciones que le impone la noble profesión de las armas.

Con esta campaña invitamos a todos los hombres y mujeres del glorioso Ejército a tener confianza en Dios, es Él quien ocupa el primer lugar entre todos los móviles de nuestra existencia y será la guía suprema de nuestros esfuerzos y constantes sacrificios y los invitamos a obrar siempre con honor, siendo este la primer virtud militar, el respaldo moral y la etiqueta espiritual del hombre de armas, manifestó el general Jaime Lasprilla Villamizar.


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